¡¡¡La raza mexicana es la mas fuerte!!!

¡¡¡La raza mexicana es la mas fuerte!!!

Después de un análisis exhaustivo de la infancia de todos aquellos que se encuentran cerca de mi, he logrado llegar a una conclusión única: ¡¡la RAZA MEXICANA es sin duda la más fuerte del planeta!!!

Ahí les va porque:
Empecemos por lo sencillo y obvio. Muchos de ustedes humanos crecieron hace ya un par de décadas, cuando la vida en nuestro país tenía detalles mas sencillos; salían a la calle a echar la cascara o andar en bici, se iban caminando varias cuadras a casa del amigo sin riesgo alguno, se podía fumar en los restaurantes y casas ajenas sin que te vieran como degenerado sexual, y cosas por el estilo. Pero sobre todo, ¡¡los dulces que comían eran extremos!!!Por ejemplo: teníamos a la mano las famosas “Jicaletas”, esa cosa paletoide hecha 100% de jícama de origen desconocido, que vendían en la calle, cubierta totalmente por el chile piquín, que es esa mezcla rara (nadie sabe que tiene) ahora sustituida por el Tajín (siguen sin saber que tiene) que quema la lengua rico y deja los dedos rojos por varias horas. O como olvidar los “Miguelitos”, de agua y polvo, que mezclados en la proporción que sea, y sopeando una Tutsi Pop con relleno de chicle, mantenía entretenidos a los chamacos de todas las edades por varias horas en las tardes lluviosas. Brinquitos en su defecto. O los “Pirulís”, paletitas de forma cónica de algún extraño sabor que duraban horas. Estaban también los Sugus (alguien sabe de que eran los azules??), los chocolates “Cua-cua” y los “Alí Babá” (antes de que fuera una empresa comercializadora china de todo lo comercializable), las “Motitas” (duraban horas!!!), todos los de Chabelo (Duvalín, Manita, Gudulups, el Bambidedo, las cazuelitas que nadie sabe como se llaman, las Lunetas cuando no había M&Ms, etc.), y las famosas “Cachetadas”, que resultaba mas entretenido comerlas que ver al mismo Chabelo. Los que mas recuerdo eran las “Palelocas”, que eran esas paletas que tenían un solo palo y dos caritas felices de alguna figura, cuadro, triángulo, o círculo,  una en cada lado. Habia verdes, naranjas, rojas, moradas, y una café que nadie se comía. Todos los escuincles tenían las manos llenas de dulce por tratar de comer esas cosas, y seguro las mamás las odiaban.Lo que a mi me daban por ser caballo, y la verdad me encanta hasta la fecha, eran los “Salims”. Los originales, no la copia chafa que salió a mediados de los noventas. El Salim original era ese sobrecito blanco con unas rayas verdes, que tenía chorros de limón en una sola cucharada de sal. Te hacía ssssisssssear desde el momento que los probabas. Tenías que meter la lengua hasta el fondo del sobrecito para rascar lo que quedaba en la esquina. Y nunca, nunca, podías comer solo uno.Si a eso le sumamos los famosos chicharrones preparados con crema, limon, y harta Valentina, los Pulparindos, las paletas de la foto que nadie sabe como se llaman,  la salsa de habanero en el taco de lo que sea, el queso fundido con chistorra, las papas grasosas del carrito también con Valentina y 

limón, los Raspatitos, los Pelones, Doritos, Sabritas Habanero, Churrumais, Cazares con crema y salsa, las enchiladas de mole (tortilla, crema, queso, pollo y mole), las flautas (tortilla, crema, queso, pollo y mole), el mole poblano (tortilla, crema, queso, pollo y mole), las enmoladas (tortillas, crema,… ya entendieron), mangos con chile, piña con chile, pepino con chile, zanahoria con chile, y demás cosas por el estilo, es entonces un milagro que los mexicanos tengamos estómago!! Nuestros índices de enfermedades como la gastritis, está en el mero centro del promedio mundial. Tenemos sin duda el estómago mas fuerte del mundo!!!
Continuemos.Los mexicanos somos los únicos que sabemos resolver cualquier problema de cualquier manera. Tomen por ejemplo a uno de los capataces que hay en el rancho. Estaba manejando un tractor para arar el campo. De pronto, ¡puffff! Humo por todos lados. Con toda la calma del mundo, se bajó del tractor, abrió el cofre, esperó unos minutos mientras se fumaba un cigarro, se asomó, pensó… Se quitó la chancla, quitó uno de los clavos que sostenían la cuerda de su chancla, se metió en el motor del tractor unos tres minutos con el clavo en la mano… ¡Brrrrrmmmm!!!! ¡Arrrrrrancan!!! ¿Qué hizo con el clavo? No tengo idea. Pero arregló un tractor con un clavo. Perdió la chancla, eso si. Otro ejemplo: la frase “Donde comen dos, comen tres”, en México si aplica. Gracias a nuestro gran sentido de compañerismo y de solidaridad, siempre hay lugar en nuestra mesa para uno mas. Si de pilón trae las chelas, pues que mejor. Cómo le hace la madre de familia para hacer rendir la sopa que ya tenía y que siga teniendo algo de sabor, es un misterio que pasa de generación en generación que los hombres mexicanos jamás sabrán. NI LO PREGUNTEN, se harán acreedores a una cachetada o a una solicitud de incremento en la quincena. Hay veces que es mejor callar.
Siguiente punto.

Todos los hombres mexicanos, TODOS, son mandilones, y aguantan todo lo que pase en su casa. Crecieron a chanclazos y siguen a chanclazos. Algunos son mandilones orgullosos, otros dicen que son perfeccionistas, otros son machos, machos hasta que llegan a su casa, otros son simplemente mandilones de clóset. Pero el mexicano siempre ha sabido manejar la situación. El hombre es mandilón y la mujer maneja el gasto. Punto. Y siempre alcanza pa’l caldo y siempre hay tiempo pa’ los cuates (mandilones, todos piden permiso o sufren las consecuencias).
Por último:La esperanza. Déjenme repetir eso. LA ESPERANZA. Hasta tenemos una panadería con ese nombre. Los mexicanos nunca jamás de los jamáses perdemos la esperanza. Siempre nos ganan en el mundial, pero será para la siguiente, y ahi estamos como idiotas viendo el partido. Pregúntenle a los del Cruz Azul, y dicen “”ya este año ganamos”. Sube el tipo de cambio, y nunca falta el que proyecta que en cinco años otra vez estará a 14 pesos. La tortilla sube, “pero el frijol bajó jefecito!”. Optimistas de corazón somos los mexicanos. Conozco caballos que han corrido a patadas de EUA, y siempre regresan en un par de días (brincando el muro de Tijuana, por cierto) por que tienen la esperanza de que les va a ir mejor del otro lado. Elegimos a Peña Nieto por tener la esperanza de que iba a ser mejor que el peje (si, ¡¡siempre lo voy a nombrar en minúsculas!!). Tenemos la esperanza de que le dé un infarto a Trump. Tenemos la esperanza del incremento salarial. Por eso somos uno de los países mas rentables para los bancos, ya que el comprar a crédito es un negocio que se aprovecha de los que esperan ganar mas después. Hasta tenemos la esperanza de que “no haya quedado embarazada, compa…”.

Ven?? Los mexicanos aguantamos todo por donde nos caiga. Contra los nervios, la comida, las enfermedades, los trancazos, problemas sin solución, problemas con solución, etc., y todo siempre lo vemos con buena cara, porque “No hay mal que por bien no venga”

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